El fix-up Los viajes de Tuf (1986), aparece publicado en castellano por Ediciones B allá por el lejano año de 1988 (cómo pasa el tiempo). Martin, huérfano en esos momentos del éxito merecidamente cosechado con su Canción de Hielo y Fuego, carería del más mínimo "colchón" de prestigio que le disculpase delante de los contadísimos aficionados a la ciencia ficción que compraron un ejemplar de las aventuras del extravagante y obeso mercader que protagoniza la narración. Entre los pocos que apostaron por las bondades de Los viajes de Tuf se encontraban aquellos que se habían entusiasmado con Los reyes de las arenas (1979), relato ganador de los premios Hugo, Nebula y Locus de 1980, o con la no menos fascinante e imprescindible Muerte de la luz (1977). Los viajes de Tuf no fue un éxito de crítica ni de ventas. El libro fue saldado, como tantos otros, por cuatro duros (por entonces no existían los euro), fue uno más de los muchos títulos que pasan con más pena que gloria por las estanterías de las librerías. Fue curioso comprobar como el afán bibliófilo de unos y los incontenibles deseos de conocer antiguos escritos del escritor de moda de otros, despertó la codicia de muchos que consiguieron un ejemplar de la novela de Martin, y que entonces la ofrecían con vehemencia al módico precio de entre 60 y 100 euros. Los viajes de Tuf fue durante mucho tiempo una de las novelas más buscadas en los mercados de segunda mano. Ahora, gracias al éxito de Juego de Tronos (1996) y Choque de Reyes (1998) se ha vuelto ha reeditar en formato bolsillo con, para mí, un exagerado alago por parte de los lectores. Los viajes de Tuf no da mucho de sí. Tiene grandes deficiencias en cuanto a su cohesión interna al tratarse de un fix-up compuesto por varios relatos independientes cosidos entre sí con un hilo argumental excesivamente débil para lograr vestir con un mínimo de decencia la oronda reputación de George R. R. Martin.
Es complicado definir el tema central que Martín trata a lo largo de sus páginas. Quizá el ecologísmo y el poder son los elementos más comunes en los distintos pasajes que componen la narración, aunque si tenemos que centrar nuestra atención en algo debería ser en el personaje central Haviland Tuf, un mercader independiente de gran tamaño, obeso, calvo y con la piel blanca como el hueso. Es vegetariano, bebe montones de cerveza, come demasiado y le encantan los gatos. Y además es completa y absolutamente honesto. Tuf logra poseer una enorme nave espacial, el Arca, la única superviviente del antiguo Cuerpo de Ingeniería Ecológica de la Vieja Tierra. Al Arca es un artilugio desaparecido hace más de mil años, pero que revive gracias a Tuf y a sus gatos. A lo largo de los siete relatos que forman este libro, Tuf consigue la nave, la repara y resuelve un sinfín de problemas espaciales con la ayuda de la ingeniería ecológica, una profesión que él recupera y a la que añade la impronta de su personalidad, astucia e ironía. La novela está construida con varios relatos con el único denominador común de tratar sobre la vida de un tal Haviland Tuf; un personaje odioso y relamido, altamente irritante, mercader de profesión y que por los azares del destino se convierte en propietario de una enorme nave de más de mil años de antigüedad, dicha nave, tiene como función principal la ingeniería ecológica, es decir, clonar bichejos y plantas provenientes de los más recónditos confines de la galaxia para utilizarlos con fines poco claros.
Es complicado definir el tema central que Martín trata a lo largo de sus páginas. Quizá el ecologísmo y el poder son los elementos más comunes en los distintos pasajes que componen la narración, aunque si tenemos que centrar nuestra atención en algo debería ser en el personaje central Haviland Tuf, un mercader independiente de gran tamaño, obeso, calvo y con la piel blanca como el hueso. Es vegetariano, bebe montones de cerveza, come demasiado y le encantan los gatos. Y además es completa y absolutamente honesto. Tuf logra poseer una enorme nave espacial, el Arca, la única superviviente del antiguo Cuerpo de Ingeniería Ecológica de la Vieja Tierra. Al Arca es un artilugio desaparecido hace más de mil años, pero que revive gracias a Tuf y a sus gatos. A lo largo de los siete relatos que forman este libro, Tuf consigue la nave, la repara y resuelve un sinfín de problemas espaciales con la ayuda de la ingeniería ecológica, una profesión que él recupera y a la que añade la impronta de su personalidad, astucia e ironía. La novela está construida con varios relatos con el único denominador común de tratar sobre la vida de un tal Haviland Tuf; un personaje odioso y relamido, altamente irritante, mercader de profesión y que por los azares del destino se convierte en propietario de una enorme nave de más de mil años de antigüedad, dicha nave, tiene como función principal la ingeniería ecológica, es decir, clonar bichejos y plantas provenientes de los más recónditos confines de la galaxia para utilizarlos con fines poco claros.
Los episodios que componen este fix-up los podemos dividir en dos grupos. En primer lugar, Los panes y los peces, Una segunda ración y Maná del cielo que son los más consistentes ya que están sustentados sobre una idea sólida y razonada: el desequilibrio alimenticio que se provocaría en una civilización donde la población creciera en progresión geométrica y la capacidad de producir alimentos en progresión aritmética como anunció Malthus en su celebre Ensayo sobre el principio de la población. La innovación que aporta Martin a esta idea es que se produce por motivos religiosos, en cambio, Malthus había anunciado este desastre como consecuencia directa de la Revolución Industrial. El segundo grupo de relatos lo componen: La estrella de la plaga; un entretenido episodio a medio camino entre “Alien” y los “Diez Negritos”, Guardianes; entretenido sin más, Una bestia para Norn y Llamadme Moisés; ambos infumables.
Resumiendo, un libro inmerecidamente elevado a los altares por la pléyade de fans del barbudo auto, aunque hay que reconocer que, pese a sus defectos en su construcción, se deja leer y ofrece algunos buenos momentos de diversión, eso sí, muy lejos de lo mejor que puede llegar a ofrecer Martin.
5 comentarios:
Totalmente de acuerdo.
Es curioso que mientrás antes todo eran elogios (cuando estaba descatalogado), ahora el libro recibe muchos palos.
Y es que la etiqueta de "descatalogado" eleva a los altares obras mediocres.
Féliz año!
P.D.: Ya era hora que actualizaras.
Y supongo que llegar al libro con altas expectativas hace que la caída sea más dura.
La verdad es que esperaba algo mejor. Después de leer "Refugio del viento" y "Muerte de la luz" las espectativas eran altas, pero no se lo vamos a tener en cuenta, el mejor escribano también hace algún borrón.
Discrepo absolutamente. Es un libro sin pretensiones y por lo tanto así hay que leerlo. Me parece que te habías creado muchas expectativas y ahí está el que lo hayas encontrado tan mediocre.
Es un libro que engancha, es coherente y tiene, a mi modo de ver, bastante humor en el personaje de Tuf. En fin.
En este momento lo estoy leyendo y me parece un libro entretenido, digamos que no es una obra de arte pero si vale la pena leerlo.
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